martes, abril 08, 2025

El valor de las ideas y de la cuenta vista.

Estimados:

En el asunto de esta reclamación, pongo el antiguo slogan que profesaba Santander Chile (El valor de las ideas) Nada más vacío en mi fugaz tránsito por su institución, entre los años 2000 y 2005. En esa época, estaba trabajando para la Administradora General de fondos (AGF) y en una conferencia emitida por Emilio Botín, él nos conminó a seguir nuestro instinto y participar de los llamados de participación para innovar la banca.

Como mi formación son las comunicaciones, no dudé en trabajar en una propuesta para con las inversiones y, además, una estructura que combatiera con nuestro competidor directo: Banchile.

Por el lado de las inversiones, se propuso crear un centro de inversiones en la esquina de calle Banderas con el pasaje Bombero Ossa; justo debajo del puente conector entre los edificios corporativos de Santander Chile. Aquello parece que fue así y hoy es un Work Café, más.

Manteniendo firme mi idea que las cosas mejorarían para mí, como empleado de la institución, si es que mentaba o previera la formación de una estructura similar a Banchile, pensé que sería bueno alzar a "Santandersa" e instalar de inmediato su slogan: “fíjate en nuestra fuerza”.

Nada más equivocado al recibir mi notificación de despido y, para más, sufrir el ostracismo del circuito bancario nacional, con lo cual mi vida ha tenido más nutrición que aletargamiento.

Al día de hoy y viendo que los mercados están en una disposición muy favorable para invertir en sus acciones, me propuse operar con el banco que me ha acogido por 25 años y me entrega la confianza en entornos llenos de estafas, fraudes y cuanto cibercrimen está acechando a los sistemas computacionales bancarios y plataformas de inversión. Siendo así, me dirigí a un Work Café y solicité poder operar en acciones; sin embargo, nuevamente, obtuve la expulsión de la condición.

No tengo posibilidades de operar por no ser cuentacorrentista, siendo despreciado por el ejecutivo de inversiones al indicar que mi operatividad alcanzaba solo a la cuenta vista.

No hay caso en todo esto y, para más, ya no estoy viendo con buenos ojos a Santander X ya que, en mi calidad de emprendedor y representante de una PYME, más vale verme con actores bancarios nacionales y regionales; los cuales están estimulando, asimétricamente, la participación de más capital “fresco” en sus sistemas bancarios.

Atte.

Héctor Quijada Olguín

 
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